A Escusalla: la “casa encantada” del Xurés
En las cercanías del embalse de Lindoso, a medio camino entre localidades de Compostela y Ludeiros (ayuntamiento de Lobios), se encuentra un conjunto de construcciones de las cuales solo se conserva su robusto esqueleto de piedra. Aunque está invadido por la maleza, todavía se vislumbra la importancia que tuvo en algún tiempo. Al conjunto se le conoce por el nombre de “A Escusalla” y está envuelto en un halo de misterio.
La edificación principal tiene planta en forma de U y constaba de dos alturas. Actualmente se pueden observar en su interior las seis pilastras que sostenían el piso de madera, que estaría dividido en diversas estancias de habitación. A dicho piso se accedía por medio de dos escaleras pétreas interiores, adosadas a dos lados del edificio principal. En la parte del edificio que miraba al río Limia, se encuentra una gran balconada sobre canzorros moldurados. Los bajos del edificio tendrían función de establo y lagar. Alrededor del patio habría una bodega-panera y una cocina; y, al lado, una ermita dedicada a san José, con un bello retablo pétreo. En el dintel de su puerta se lee la siguiente inscripción: “Sacellum D. Joseph” (la palabra latina Sacellum significa “lugar sagrado”).
Las leyendas
Según la tradición oral, su último habitante sería “O tío Roque”, un policía portugués que contaba que en ella mora un fraile fantasma jorobado –“O Marrequiño”–, con hábito blanco y que se cubre la cara con la capucha. Dicen que se puede ver en noches de luna llena en compañía de dos mujeres. Este fraile se dedicaría a contratar a jornaleros portugueses –para construir la casa o para la vendimia– y, una vez hecho el trabajo, los asesinaría para no pagarles; algunos aseguran que sus almas se pueden ver allí en las noches que no hay luna llena.
También se cuenta que en los años 50, cuando todavía no existía la luz eléctrica por esta zona, un testigo vio cómo, durante una noche sin luna, un potente haz de luz iba desde patio de la Escusalla hacia el cielo como un rayo cegador.
La posible existencia de estos y otros fenómenos paranormales atrajo al equipo del popular programa de televisión “Cuarto Milenio”, que los analizó a principios de 2010.
¿Qué dice la Historia?
Según datos fidedignos, extraídos por José Lamela (ex-alcalde de Lobios e investigador) del Libro de Visitas Pastorales de Manín y el “Real de Eclesiásticos” del Catastro de Ensenada de Trasportela de 1753, su constructor fue el abad de San Salvador de Manín, Don José Martínez y Parga, en el año 1727. Este párroco tenía un gran capital, debido a que cobraba los diezmos de esta parroquia más la mitad de los de Lobios (sus ingresos eran unas veinte veces superiores a los de sus convecinos).
Martínez y Parga fundó una capilla colativa sobre la ermita dedicada a San José adosada a la casa, con tres misas al año. Dos de las cuales eran aniversarios: una por el del obispo Muñoz de la Cueva y otra por el suyo propio. Su último capellán conocido fue D. Pedro Fiollega, abad de Cabreloais, en 1787. En 1831 el portugués Manuel José Araujo administraba los bienes de la misma.
Tras la Desamortización de Mendizábal a mediados del siglo XIX, estos bienes fueron vendidos a un emigrante de Padrón, que era cantero. En 1930 los heredaron sus cuatro hijos, tres de ellos conservaron su titularidad, pero el otro vendió su parte; desde entonces “A Escusalla” permanece inhabitada. Ese prolongado abandono propiciaría el deterioro de las edificaciones y el nacimiento de leyendas a su alrededor.
Actualmente el 75% pertenece al Estado y el 25% restante es privado, pero no se encuentra al propietario. Hubo un proyecto para construir en ella un museo, pero no prosperó; mientras tanto, la maleza y los misterios siguen habitándola.
¿Cómo llegar?
Para saber más
http://patrimoniogalego.net/index.php/60199/2014/05/casa-da-escusalla/
http://bordejar.com/2009/09/a-escusalla/
4 Respuestas
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[…] que sinalaban vías antigas -desde Ponte de Lima a Sandiás; escoitan voces de ultratumba en casas ricas de labranza, en lugares abandoados por habitantes que tiveron que trasladar o seu fogar a Compostela; recollen […]
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