San Faustino Míguez, fundador de las Calasancias, en Celanova y Ourense

Asilo de huérfanas Santo Ángel (Ourense, 1933) / Pacheco
Manuel Míguez González nació el 24 de marzo de 1831 en la aldea de Xamirás (Celanova) y, ya convertido en el Reverendo Padre Faustino Míguez, falleció el 8 de marzo de 1925 en Getafe (Madrid). Sus casi 94 años de vida dieron para mucho. Vivió y trabajó en distintas localidades de Galicia: Baños de Molgas (Santuario de los Nuestra Señora de los Milagros, donde encontró su vocación escolapia), Celanova y Monforte de Lemos (donde fue rector del Colegio Escolapio). También estuvo en otros puntos del resto de España: Cádiz (Sanlúcar de Barrameda) y Madrid (Getafe y El Escorial). Incluso residió en Guanabacoa (Cuba). Pero lo más salientable es que fue el fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, o de las Hermanas Calasancias, en 1885, con el objetivo de proporcionar educación a las niñas, promoviendo el desarrollo de la mujer.
La familia del santo
Xamirás, lugar de nacimiento de Faustino Míguez y donde se crió con sus padres (Benito y María), pertenece a la parroquia celanovesa de san Xurxo de Acevedo do Río. Allí convivió con sus tres hermanos mayores: Antonio, Carmela y José. Antonio falleció siendo cura de Santa Baia de A Bola; Carmela falleció sin sucesión; y José, casado con El poeta Celso Emilio Ferreiro es sobrino – nieto de san Faustino MíguezConcepción Buján, tuvo cuatro hijos (sobrinos carnales de san Faustino): Emilio, Elisa, Obdulia y Faustina. De sus sobrinos, solo Obdulia y Faustina tuvieron descendencia. Entre los hijos de Obdulia Míguez se encuentra Celso Emilio Ferreiro Míguez, uno de los más célebres poetas de Celanova, sobrino – nieto de san Faustino Míguez.
Fundador y profesor del Colegio Escolapio de Celanova

Profesores y alumnos en el colegio de Escuelas Pías de Celanova a principios del siglo XX / Fotografía Nuevo, Monforte
El 15 de agosto de 1868, años después de la Desamortización del monasterio de Celanova, los Padres Escolapios fundaron en sus instalaciones un Seminario de Escuelas Pías. El Padre Faustino Míguez fue el elegido para pronunciar el discurso de apertura ante las autoridades de la provincia de Ourense; además escribió y firmó el acta inaugural en calidad de secretario. En Celanova estará un año como profesor, hasta septiembre de 1869 que es destinado a Sanlúcar de Barrameda. La excelente preparación literaria de sus alumnos le valió la felicitación personal del rector de la Universidad de Santiago.
Una curación milagrosa en Ourense
El 2 de julio de 1925 se fundaba el “Asilo Santo Ángel” para niñas huérfanas en la ciudad de Ourense, ubicado en un recién construido palacete de estilo neogótico diseñado por el arquitecto Daniel Vázquez-Gulías, hoy ampliado y reconvertido en Colegio Plurilingüe Concertado mixto. Había sido creado gracias a la iniciativa filantrópica de Dª Ángela Santamarina, Marquesa de la Atalaya Bermeja, que para ello contactó con las religiosas Calasancias.
Sor Francisca Calero era una de esas Calasancias pioneras en el Santo Ángel ourensano cuando enfermó con riesgo de muerte en 1927. El certificado médico de su milagrosa sanación aparece entre las pruebas reunidas en 1952 para pedir la beatificación del Padre Faustino (que incluyen la posible curación de Alfonso XIII siendo todavía infante gracias a un fármaco inventado por el religioso). Este certificado iba firmado por el doctor Julio García Pérez, hijo del famoso dentista ourensano Julio García del Villar:
(…) Dicha religiosa padecía una úlcera de estómago, cuya dolencia, por causa de la absoluta intolerancia de todo alimento, había obligado a prohibir a la paciente la ingestión de alimento por vía bucal, teniéndose que recurrir a la aplicación de sueros fisiológicos para retardar, en lo posible, la consunción que amenazaba a la vida de la enferma.
El estado de anemia y atrofia de los tejidos celular, subcutáneo y muscular llegó a tal extremo que el ligerísimo esfuerzo que había de efectuar para levantar la cabeza de la almohada, a fin de mojar con agua la mucosa de la boca, le producía lipotimias o síncopes, de los que, en algunos casos, solo con tónicos cardíacos se lograba recobrar.
No se operó la enferma porque cuando el que suscribe la empezaba a tratar, el grado de inferioridad orgánica era tal que la menor operación quirúrgica hubiera sido una imprudencia.
Certifico igualmente que un día he visto a la enferma en este estado preagónico, habiéndosele momentos antes, aplicado la Extremaunción, limitándose el que suscribe a aplicarle una inyección de aceite alcanforado, y saliendo con el convencimiento de que el fallecimiento sería inmediatamente, ya que el pulso arterial no era perceptible .
Por último, certifico que, a los pocos días, fui llamado por la Madre Superiora de la Comunidad, y al llegar al dormitorio de la Religiosa enferma, me he quedado profundamente sorprendido, ya que la propia enferma, dando apariencias de perfecta salud, abrió la puerta y me invitó a entrar. Examinada, nada pude apreciar de aquella debilidad extrema ni de la terrible extenuación que, días antes, había apreciado.
(…) El que suscribe, médico de cabecera de la Religiosa Sor Francisca Calero, no ha visto en ella estigmas de histerismo ni de ninguna otra alteración psíquica. Su carácter, apacible y resignado, no parece lo más a propósito para reacciones aparatosas ni violentas, y por ello,lo acaecido a la Religiosa Sor Francisca Calero no puede explicarse por la acción de los elementos naturales y por el insólito contraste observado en la enfermera en el trascurso de muy pocos días, durante los cuales no se es posible lógicamente explicarse el recobro de elementos activos, en la necesaria proporción para dar lugar al establecimiento de la normalidad perfectamente recobrada, cree que lo acaecido a la Religiosa Sor Francisca Calero no puede explicarse por la acción de los elementos naturales y sí solo por el concurso de alguna causa ajena a nuestra determinación.
(…) expido el presente Certificado en Orense, a 21 de marzo de 1941.”
Para darle más valor al testimonio, se incluye otro certificado firmado por el fraile franciscano Doroteo Calonge, autor del libro Los Tres Conventos de San Francisco (publicado en Ourense en el año 1949), que “atestigua el maravilloso e inexplicable resultado obtenido en esta prodigiosa curación, que será sometida al fallo de la Iglesia”.

Escultura de san Faustino Míguez/ Catedral de Ourense
Otra curación atribuída a Faustino Míguez en el colegio Santo Ángel
Otro certificado del 18 de noviembre de 1949 firmado por la Superiora del colegio ourensano de las Hermanas Calasancias, Sor Antonia Amor de Jesús, y por el médico José Rodríguez Portugal atestigua que:
Encontrábase la niña Concepción Saíz, de diez años, gravemente enferma, a consecuencia de nefritis aguda con meningitismo y estado comatoso periódico acompañado de delirio, albuminuria y cilindruria, según diagnóstico facultativo. Viéndome en tan gran apuro y temiendo un fatal desenlace, a causa de la gravedad extrema, tomé una fotografía de nuestro Fundador y se la puso debajo de la cabecera de la niña, que se encontraba sin conocimiento, rogando a la Santísima Trinidad me concediese su curación por intercesión del P. Faustino y haciendo, al mismo tiempo, igual ruego a las Religiosas y alumnas del Colegio. Después de seis horas de continuos ataques, de los cuales nadie esperábamos ver salir, volvió en sí tranquilamente, llamando a su mamá, que se encontraba ausente y que había sido llamada en vista de la gravedad. Esa misma noche se confesó, por temor de que, repitiéndole los ataques, no llegara a la mañana. Pero, afortunadamente, la mejoría fue rápida y asombrosa, tanto para el médico que la asistía como para cuantas personas la habíamos visto.”
Una profecía
Adela García del Barrio era, en 1918, una alumna externa en el Colegio Calasancio de Sanlúcar. Un día visita junto a otras niñas al Padre Faustino y éste dice, refiriéndose a ella: “Esta es de las elegidas”. Poco tiempo después, le entraba la vocación y a mediados del siglo XX era Superiora en el Colegio Santo Ángel de Ourense.
Segundo santo de Celanova
En 1998, Faustino Míguez fue beatificado por Juan Pablo II, tras un largo proceso que había empezado en 1953. Y el 15 de octubre de 2017 fue canonizado por el papa Francisco, siendo elegido como su Día Santo el 8 de marzo, coincidiendo con su fecha de fallecimiento y con el Día Internacional de la Mujer, por cuya igualdad tanto luchó. Celanova se convierte así en una suerte de “tierra santa” gracias a sus dos santos: san Faustino y san Rosendo (considerado el fundador de la villa). Incluso se puede añadir otro santo, san Torcuato, cuyas reliquias también se encuentran en Celanova.
A día de hoy, las Calasancias están extendidas por cuatro continentes, y los restos de san Faustino Míguez reposan en Getafe; pero su origen está en Xamirás, que se está convirtiendo en lugar de peregrinación para los admiradores de este santo “feminista” celanovés.
Para celebrar el primer día de San Faustino Míguez, el 8 de marzo de 2018, la iglesia de Acevedo do Río (en la que fue bautizado) recibió una talla y un relicario con huesos de un dedo del santo donada por el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora. Coincidiendo con el 93 aniversario de su fallecimiento, parte de los restos de Manuel Míguez, ahora convertido en san Faustino Míguez, regresan a la tierra que le vió nacer.
Para saber más
OTAL, Juan Rvd. P., Proceso de Beatificación del insigne Escolapio de las Escuelas Pías de Castilla, R. P. Faustino Míguez de la Encarnación, fundador de las RR. MM. Pastoras Calasancias… Madrid, 1952
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[…] de Sabucedo de Montes “Nunha rota turística do neogótico local, formaría coas igrexas do Santo Ángel no Couto e de Santiago das Caldas un terceto senlleiro pola súa localización e calidade.” Las […]