Las termas romanas de Baños de Bande (Aquis Querquennis) en el siglo XVIII
Termas romanas de Baños de Bande/ unpaseounafoto
Los romanos fueron los primeros en crear instalaciones termales en la zona hoy conocida como Baños de Bande, cerca de la cual establecieron un campamento militar, el de Aquis Querquennis (siglo I-II). Desde entonces hasta el siglo XVIII apenas contamos con referencias a dichas instalaciones. Hacia el año 1764, Pedro Gómez de Bedoya y Paredes, un médico ilustrado que llegó a estar al servicio de la Casa Real, publicó su Historia universal de las fuentes minerales de España, una de las obras pioneras en materia de termalismo. En el primer tomo de la misma dedica un apartado a las termas de Bande.
Emplazado en la feligresía de San Juan de los Baños, jurisdicción de Bande, bajo el dominio del Monasterio de Celanova, nos dice Gómez de Bedoya que la población del lugar se compone de ocho o nueve casas a orillas del río Limia. En el centro de la localidad, y cerca de su iglesia parroquial se encontraba el antiguo balneario:
(…) un caserón, que en otros tiempos estuvo cerrado, y cubierto; pero el descuido lo ha dejado arruinar, y en él nace un grande raudal de agua muy caliente, clara, con olor intenso a azufre, y lo mismo el sabor; vierte en un pilón muy capaz de cantería, en que todavía se conservan escaleras, para entrar con comodidad los enfermos a bañarse, y sitios apropósito, para acomodar la cabeza.
Virtudes de sus aguas
A continuación se refiere a un informe sobre algunas fuentes del Reino de Galicia enviado por don Pedro Antonio Cordero, sacerdote y médico de Pontevedra, al doctor extremeño Pedro de Quiñones. En dicho informe apunta lo siguiente sobre Baños de Bande:
(…) además de ser constante, por las señas referidas, que toda la virtud de esta agua la adquiere del mineral de azufre, que hay muy cercano al nacimiento de la fuente, es tan caliente, que para entrar a bañarse los enfermos, se hace preciso mezclar con el agua sulfúrea otra dulce y fría de un arroyo que pasa contiguo a nuestra fuente, de modo que así se puede templar el baño con los grados de calor que cada enfermo requiere. No hace mención éste, ni D. Jacinto Antonio Mosquera, hábil cirujano del lugar de Santa Cristina del mismo país, que esta agua se haya usado hasta ahora bebida, y sí solo en baño. No hace mención éste, ni D. Jacinto Antonio Mosquera, hábil cirujano del lugar de Santa Cristina del mismo país, que esta agua se haya usado hasta ahora bebida, y sí solo en bañoDe este modo dicen que es apreciable para remediar todas las dolencias de humores fríos y gruesos [la teoría de los humores estuvo presente en la física y medicina desde Hipócrates hasta el siglo XIX], ablandar los nervios, sanar los hidrópicos [enfermos de hidropesía], llagas viejas, temblores, y obstrucciones de hígado; fortifican el estómago, en especial en el dolor cólico e ilíaco, producidos de flato, o frialdad; manifiestamente destierra las perlesías [debilidad muscular], alferecías [epilepsia], vahídos y histerismos; abre las obstrucciones en los hipocondríacos húmedos; remedia el flujo blanco de las mujeres, y lo que es más, los lamparones [tumores en las glándulas salivales], y finalmente, no hay ejemplar que haya dejado de sanar con este baño, sarnoso alguno ni de herpes. El referido Mosquera dice, que él mismo ha visto en las enfermedades dichas los prodigios que hace esta agua, y que hasta en las cabalgaduras sarnosas, o con mataduras [llagas], produce los mismos efectos.
Informe de un médico del Monasterio de Celanova
El doctor Quiñones también le facilitó a Gómez de Bedoya una Relación sobre esta fuente termal que le había enviado en 1762 don Antonio Mosquera Camba, médico del Real Monasterio de San Salvador de Celanova “sujeto aplicado y muy hábil práctico”, en ella hay ciertos datos que no coinciden con los anteriores:
Dice, pues, que en la inmediación del pilón referido se crían muchos berros, lirios de flor amarilla, y alguna becanungas [todos estos vegetales tienen propiedades curativas], que en la corriente deja el agua un espumarajo verde, del cual también está cubierto el fondo del mencionado pilón, y que de él se desprenden algunas motas, que subiendo a la superficie del agua, siguen su corriente; que nace ésta a borbollones; pero que en su color, olor y sabor, no se diferencia de otra cualesquiera fuente(…). Añade también, que la señal más cierta del tiempo que se debe estar en el baño es que el enfermo empiece a sudar por la frente; y finaliza dicha Relación confirmando las virtudes referidas de esta agua con muchas observaciones, que dice tiene de enfermos que se han curado con ella de los referidos males.
Retrato de D. Pedro Gómez de Bedoya
Carencias
Para concluir, justifica el increíble mal estado en el que se encuentran los Baños de Bande a pesar de sus excelentes propiedades minero-medicinales:
(…) porque los pocos vecinos del lugar son tan pobres, que de ningún alivio pueden servir a los enfermos que vayan allí a curarse, ni sus casas, que son a primer piso, sin división de algún cuarto, tienen la menor comodidad. Los alimentos es preciso llevarlos de fuera y, en una palabra, se hallan los referidos enfermos en un común desamparo, sin médico, cirujano, ni otra persona que alguno de los vecinos, que por haberlos tomado, o visto usar, esté impuesto en el modo.
Optimismo
Aunque el doctor Gómez de Bedoya lamentaba que el Reino de Galicia, siendo poseedor de gran cantidad y variedad de fuentes minero-medicinales, no las tuviera en condiciones apropiadas; veía posible recuperar “los edificios y compostura, con que las tenían los antiguos, que las supieron estimar”. Para ello necesitarían el apoyo de los gobernantes, que “(…) debían en dicho Reino cuidar de la salud pública, dejando por incurables muchas penosas enfermedades, que pudieran remediarse a expensas de una medicina tan poco costosa, natural y nada penosa”. De esta manera, se convertirían en un foco de atracción para naturales y extranjeros.
Para saber más
GÓMEZ DE BEDOYA Y PAREDES, Pedro, Historia universal de las fuentes minerales de España, sitios en que se hallan (…) Tomo I, Santiago, 1764
Es poco frecuente encontrar a escritores con conocimientos sobre este mundillo , pero creo que sabes de lo que estás hablando. Gracias compartir un articulo como este.