El Cristo románico de Vilanova dos Infantes
«Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. » (Lucas 24:7)
La iglesia celanovesa de San Salvador de Vilanova dos Infantes custodia en su interior un tesoro medieval: un Cristo de estilo románico tallado en madera a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Es uno de los más bellos de Galicia y probablemente el más antiguo.
El Viernes Santo es una fecha clave en el cristianismo porque se conmemora la muerte, crucificado, de Jesucristo. Con el sacrificio de Cristo, la cruz se convirtió en símbolo de Redención para la cristiandad, utilizándola en crucifijos, haciendo la señal de la cruz (persignándose) o, incluso, venerando las reliquias de la “Cruz verdadera” y los clavos de Cristo.
La escultura románica de bulto redondo se conforma, casi exclusivamente, por imágenes de la Virgen con el Niño y Crucificados. En Galicia se conservan muy pocas tallas románicas representando a Cristo crucificado, y solo cuatro en la provincia de Ourense. Éstas son: el Cristo villanovés, el “Cristo de los Desamparados” de la Catedral de Ourense, el de San Salvador dos Penedos (Allariz) y el de Santa Eufemia de Ambía (Baños de Molgas).
Es posible que el Cristo de Vilanova dos Infantes proceda de la iglesia del desaparecido monasterio femenino de Santa María (siglo X), fundado por Santa Ilduara, la madre de San Rosendo. Estilísticamente, pudo recibir la influencia de la Escuela del Maestro Mateo. Actualmente, se puede admirar en la capilla mayor del templo vilanovés de San Salvador, colgado en la pared de la epístola.
Se trata de una representación de la crucifixión de Jesucristo a tamaño natural. La cruz sobre la que se representa es de gajos, o de árbol sin desbastar, y lleva cuatro clavos. Los brazos están casi completamente horizontales y los dedos de las manos completamente extendidos.
Este Cristo se muestra vivo, con los ojos abiertos, la barba recortada con pequeños bucles simétricos y con corona real. El torso es bastante plano pero se dibujan las costillas con bastante detalle. Lleva un paño de pureza anudado a las caderas, que le llega hasta las rodillas y es más largo por detrás. A pesar de mostrar las heridas de la Crucifixión, la simetría e hieratismo con que se representa a Cristo simbolizan su total superación del dolor y la muerte.
Entre el 10 de octubre de 2017 y el 4 de marzo de 2018, el Cristo de Vilanova dos Infantes se expuso en el Museo del Mar de Galicia, en Vigo. En este período formó parte de la muestra extraordinaria “Pergamiño Vindel. Un tesouro en sete cantigas”, junto al manuscrito medieval que contiene siete cantigas de amigo del trovador Martín Códax, procedente de la Morgan Library & Museum de Nueva York, que se exhibía al público español por primera vez en la historia.
Merece la pena desplazarse hasta el burgo medieval de Vilanova dos Infantes, famoso por la Virgen del Cristal, para observar esta joya del románico ante la que han rezado miles de personas durante sus ocho siglos de existencia.
Para saber más
DEL CASTILLO, Ángel, “El Santo Cristo de Villanueva de los Infantes” en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Orense, nº 190, Tomo IX, Ourense, 1930
FIDALGO SANTAMARINA, José Antonio y LIMIA GARDÓN, Francisco Javier, Vilanova dos Infantes: patrimonio etnográfico de una parroquia ourensana, Ourense, 2001