La primera guerra civil gallega. Batalla de Aguioncha (siglo X)

Entonces en aquellos días dos condes excitaron a los gallegos a una guerra entre sí

Guerrero medieval en el monte Aguioncha/Elaboración propia a partir de imágenes de Panoramio y unsplash

Uno de los aspectos más singulares de un valioso documento que se conserva en el Tumbo de Celanova, el testamento de Odoyno (redactado en el año 982), es que habla de un enfrentamiento entre “gallecos” un siglo y medio antes del nacimiento del Reino de Portugal.

Odoyno es el monje propietario de la iglesia de Santa Comba de Bande, que alberga los restos de San Torcuato, y su territorio; los cuales dona al monasterio de San Rosendo, fundado poco antes. En el documento da cuenta de los motivos que le hicieron tener dichas posesiones y aporta otros datos en un tono que podríamos calificar de novelístico.

En ese tiempo, el monarca Ramiro III de León (menor de edad) tiene jurisdicción sobre la toda la Gallaecia, pero en ella se habían formado diversos condados. Rodrigo Velázquez era el más poderoso de los condes en el territorio de la actual Galicia e hijo de los nobles propietarios de la villa de Verín, ideológicamente se situaba al lado de los reyes de León. Su rival, Gonzalo Menéndez, es conde de Coímbra e hijo de la poderosa Muniadona Díaz, abadesa de Guimarães; y posiblemente el noble gallego que envenenó a Sancho I de León (padre del reinante Ramiro III). En su casa se crió el futuro rey Bermudo II.

Ambos condes son protagonistas de un enfrentamiento que llevará a los gallegos a su primera guerra civil. Quizá la posesión de Santa Comba de Bande y sus tierras en el valle del Limia estuvieran entre las razones de su rivalidad, pero está claro que defendían intereses monárquicos distintos.

El punto álgido de su enfrentamiento se libró al pié del monte “Aquilunchas” (Aguioncha), en la parroquia de Feás (en Calvos de Randín). Allí tuvo lugar una batalla en alguna fecha cercana al año 966, de la que Rodrigo saldría “semivivo” y huyó a buscar refugio junto al Obispo Rosendo a Sabucedo (probablemente se refiere a Sabucedo de Montes, Cartelle; pero también podría ser San Salvador de Sabucedo, en Porqueira). Estaba tocado, pero no hundido, pues tiempo después reunió un ejército que arrasó las tierras de Odoyno, hasta el punto que éste tuvo que suplicarle clemencia.

Los contendientes eran los nobles más poderosos del Reino de Galicia, pues incluso enviarían emisarios para obtener el favor de Al-Hakam II, segundo califa omeya de Córdoba y árbitro de las relaciones de poder en la Península de aquel momento.

Para saber más

RODRÍGUEZ BAIXEIRAS, Antonio: A historia de Odoyno : a primeira novela galega, Noia, A Coruña, 2015.

ISLA FREZ, Amancio: Ejército, sociedad y política en la Península Ibérica entre los siglos VII y XI, Madrid, 2010